Había visto cientos de clases de sonrisas. Sonrisas de compasión, de posado para foto, de disimulo, finjida, de burla, de gracia, de imitación, de dientes perfectos, de aparato, sonrisas que perduran en el tiempo como la de alguno de los Beatles, la última sonrisa antes de morir, de amor, de película, de alegría... pero la suya no era ninguna de las anteriores ni mucho menos. Aquella sonrisa era algo indescriptible. Lo decía todo. La palabra "felicidad" se le escaba entre los dientes. Era feliz y no podía hacer nada para disimular
No hay comentarios:
Publicar un comentario