sábado, 12 de febrero de 2011

:)

A doscientos por hora, a toda ostia, no quiero enterarme de lo que pasa alrededor Pero de repente, aparece alguien y te dice que aflojes, y cuando aflojas, te das cuenta de las cosas. Pero inevitablemente, de repente ocurre, algo se acciona, y en ese momento sabes que las cosas van a cambiar...Y vas despacio, y te fijas en los pequeños detalles, en las pequeñas esencias de todas las cosas. En el trofeo de baile que hay detrás de las botellas de alcohol, en el marcapáginas que hay en el libro de la estantería más alta que hace un siglo que no lees, en que está sonando tu canción favorita y que ahora mismo ella se iria contigo a cualquier lado sin importarle las consecuencias. Te fijas en los pequeños detalles, has frenado, y es hora de vivir, es hora de disfrutar del momento con la persona que quieres...

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