viernes, 18 de febrero de 2011


no se si molas mas caliente o cariñosa,
si voy a ser persona, animal o soca
cuando rompas mi corazon.... 


Rafa Pons.....

sábado, 12 de febrero de 2011

:)

A doscientos por hora, a toda ostia, no quiero enterarme de lo que pasa alrededor Pero de repente, aparece alguien y te dice que aflojes, y cuando aflojas, te das cuenta de las cosas. Pero inevitablemente, de repente ocurre, algo se acciona, y en ese momento sabes que las cosas van a cambiar...Y vas despacio, y te fijas en los pequeños detalles, en las pequeñas esencias de todas las cosas. En el trofeo de baile que hay detrás de las botellas de alcohol, en el marcapáginas que hay en el libro de la estantería más alta que hace un siglo que no lees, en que está sonando tu canción favorita y que ahora mismo ella se iria contigo a cualquier lado sin importarle las consecuencias. Te fijas en los pequeños detalles, has frenado, y es hora de vivir, es hora de disfrutar del momento con la persona que quieres...

jueves, 10 de febrero de 2011

mmmmm

+ ¿No te ha pasado nunca que de tanta atracción se da en ti una especie de sentimiento contradictorio en el que tan pronto quieres como que no quieres que la otra persona esté cerca?
- Sí, le llaman miedo..
+ ¿Miedo? ¿Miedo a qué?
- A que la atracción se convierta en algo más y no lo puedas controlar, si es que ahora puedes. A que cada parte de tu mente esté pensando más tiempo del debido en él, y que cada parte de tu cuerpo se muera por un simple contacto. Una especie de falso amor que, hasta que no consigues, no te deja respirar. No lo necesitas a él, sino que te haga caso. No necesitas tenerlo, sino saber que podrías conseguirlo a cualquier hora, en cualquier lugar, y bajo cualquier circunstancia.
+ ¿Y puede ir a peor?
- Podría ser fatal. Algunos hasta se enamoran..

martes, 1 de febrero de 2011

Zorra. Así, sin más. Fue lo primero que me vino a la cabeza nada más verte. También habían sido las últimas palabras que tus labios pronunciaron sobre mí. A mis ojos eras el arrogante hijo de puta más guapo de todo el aeropuerto. Para el resto, únicamente, el tío bueno, de casi dos metros, que estaba esperando entrar al ascensor.

El destino es un auténtico bastardo. De repente, se abren las puertas y ahí estás, con esa sonrisa tan jodidamente perfecta que siempre has tenido. Maldigo a tu madre por todo el dinero que se dejó en la perfección de tu boca, entre otras muchas cosas. Vas dejando que salgan uno a uno. No me quitas el ojo de encima. ¡Qué tonta soy! ¿Qué vas a hacer si no?

Mientras las puertas se cierran, por desgracia, porque claramente suerte no es, entras. Respiras profundamente. Entonces me doy cuenta de que no has cambiado nada. Sigues observándome de la misma manera que cuando me metía contigo en la cama. De arriba abajo. Lentamente. Despacio. Repasando los recovecos de mi piel, como si tus ojos fueran tus manos. Te muerdes el labio. Sabes que si me tocas se rompe la magia. Sigues mirándome. Vuelves a respirar hondo. Sigo oliendo igual que entonces. Me gusta jugar. ¿Quieres? Vamos a ello. Me muevo. Paro el ascensor. Suena la alarma. Sonrío. Sí, con esa inevitable sonrisa pícara, juguetona, sexy que solía ponerte. Te acercas. Me giro. Vuelve a ponerse en funcionamiento. Se abren las puertas. Salgo, con la cabeza bien alta y las bragas en su sitio.
Si soy una zorra, debo comportarme como tal ¿no opinas lo mismo?